lunes, 15 de diciembre de 2008

Las Órbitas de los Cuerpos Celestes

En esta entrada mezclaré cosas... para variar. Mezclaré el significado de un giro copernicano con algo parecido a una declaración de amor. No sé. De gratitud, seguro.

Después de 1.500 años de oscuridad, Copérnico puso las cosas en su sitio. El Sol en el centro, y la Tierra a sus expensas. Para mí es éste el verdadero hecho crucial que hizo renacer a la Humanidad.
Del mismo modo, el ser humano, con el cambio de perspectiva, empezó a dudar y a hacerse preguntas. Y no sólo eso, sino mejor aún: Empezó a darse respuestas nuevas para las preguntas de siempre. Nuevas respuestas trajeron nuevas dudas, y éstas a su vez nuevas preguntas, y así empezamos a crecer. La Razón sustituyó a la Fe, y lo relativo, a los dogmas. La lógica y el razonamiento han hecho por nosotros mas que toda la Fe del Mundo. Nos han llenado de dudas, de relatividad, y de muchas incertezas... pero nos han hecho libres.


En mi vida, pasó igual. Un día hubo un giro copernicano, y nací de nuevo. O de veras. No sé a quién le leí que todos nacemos dos veces: El parto, y la madurez (por desgracia habrá quien no nazca más que la primera).
Hoy me atrevo a compartir esto aquí. Sin engreimiento ni inmodestia. Seguro de que hay muy pocas cosas seguras en esta vida. Una es la Muerte, y la otra... no, no son los impuestos.

La otra es el Amor. Pero calma, no he sucumbido al fantasma de Jesús Puente, no es el amor tradicional, el de toda la vida, ése es el más falso. Hablo del que nos mueve a actuar libres, el que nos salva, el antídoto para tantas incertidumbres. Explica y justifica nuestro instinto sociable, es el que hace posible que nuestra voz interior sea la de otra persona, que se pueda vivir con la sensación sobrenatural de que percibimos una nueva dimensión de la mano de otro. De que sólo podemos ser del todo nosotros mismos porque existe otro que nos completa.

Podemos pensar que alguien así es un milagro... o milagro: podemos pensar que nosotros somos el milagro de otro, porque todos somos Copérnicos a punto de reordenar el Mundo de alguien.

Ésta es mi declaración. De amor o de gratitud, a mi propia Copérnico.

2 comentarios:

Paula dijo...

Estás más centrado, lo noto....

;)

No hay nada mejor que el amor a la vida.

Saludos a tu Copérnica. Tiene mucho mérito. Parece que está haciendo bien su trabajo.

Tot dijo...

Que declaración más original y más honesta!

¿todos somos el sol de alguien, no?
El Amor es el punto de apoyo que pidió Arquímedes para mover el mundo... No hay ninguna duda... Por eso andamos algunos un poco cojos... a veces...