Hablamos muchas veces de qué nos empuja a abrir un blog. Un diario, pero público, donde nos dejamos observar por conocidos y desconocidos a los que permitimos hacer comentarios. Un diario comentado, cosa que tiene sus pros y sus contras.
Nos encontraremos comentarios que nos alaben el buen gusto, o la profundidad de nuestros pensamientos. También comentarán nuestro estilo, y nos harán ver las mismas cosas con otros ojos. Todo enriquece. Alimento para el espíritu... aunque también para hinchar los egos. Visto así, no es tan diferente al trato cara a cara.
Cuando nos critiquen, casi siempre lo harán con tacto, a pesar de la ventaja que les da el anonimato. Puede ser porque todos cumplimos con una de tantas reglas no escritas de respeto mutuo, por el cual "si he venido a leerte es porque me pareces interesante", y a la vez, "si escribo algo también lo hago (alguna vez) pensando en que lo vas a leer".
Yo había leído en alguna parte que las personas felices no escriben diarios. Bueno, seguro que habría mucha discusión acerca de esto, igual que la hay acerca de la felicidad misma.
En mi caso, no es una cuestión de felicidad, sino de soledad. Por las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida, aparte de haber sido siempre persona de pocos amigos, me encuentro ahora con pocos buenos amigos distantes. Y este invento de Internet no se me hace una adicción.
Al contrario, es una ventana más en mi casa por la que veo una calle, o una plaza, donde me encuentro casi a diario con esos amigos, y donde pasan también desconocidos afines, que han leido el cartelito que llevamos en la solapa, nuestra particular tarjeta de visita que es nuestro perfil de blogger. Ellos también llevan la suya, y son esos rasgos afines los que aproximan a las personas.
Viéndolo así, es por lo que me he decidido a traer aquí algunos escritos que tenía esparcidos por otros "mundos" virtuales. Deseo compartirlos, porque deseo compartirme. No espero que os gusten. Prefiero que consigan daros que pensar, y me gusta la idea de que compartais conmigo vuestros puntos de vista, sobre todo cuando sean distintos. En fin, es una manera de no sentirme solo.
Nos encontraremos comentarios que nos alaben el buen gusto, o la profundidad de nuestros pensamientos. También comentarán nuestro estilo, y nos harán ver las mismas cosas con otros ojos. Todo enriquece. Alimento para el espíritu... aunque también para hinchar los egos. Visto así, no es tan diferente al trato cara a cara.
Cuando nos critiquen, casi siempre lo harán con tacto, a pesar de la ventaja que les da el anonimato. Puede ser porque todos cumplimos con una de tantas reglas no escritas de respeto mutuo, por el cual "si he venido a leerte es porque me pareces interesante", y a la vez, "si escribo algo también lo hago (alguna vez) pensando en que lo vas a leer".
Yo había leído en alguna parte que las personas felices no escriben diarios. Bueno, seguro que habría mucha discusión acerca de esto, igual que la hay acerca de la felicidad misma.
En mi caso, no es una cuestión de felicidad, sino de soledad. Por las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida, aparte de haber sido siempre persona de pocos amigos, me encuentro ahora con pocos buenos amigos distantes. Y este invento de Internet no se me hace una adicción.
Al contrario, es una ventana más en mi casa por la que veo una calle, o una plaza, donde me encuentro casi a diario con esos amigos, y donde pasan también desconocidos afines, que han leido el cartelito que llevamos en la solapa, nuestra particular tarjeta de visita que es nuestro perfil de blogger. Ellos también llevan la suya, y son esos rasgos afines los que aproximan a las personas.
Viéndolo así, es por lo que me he decidido a traer aquí algunos escritos que tenía esparcidos por otros "mundos" virtuales. Deseo compartirlos, porque deseo compartirme. No espero que os gusten. Prefiero que consigan daros que pensar, y me gusta la idea de que compartais conmigo vuestros puntos de vista, sobre todo cuando sean distintos. En fin, es una manera de no sentirme solo.
3 comentarios:
Pues ya me dirás cuando empezamos, porque yo estoy preparada.(Para leerte, se entiende)
:p
Será un placer recordar esos escritos ;)
It's your turn...
Pues gracias por el interés. Soy de los que disfrutan del buen comer, pero creo que no hay mesa mejor servida que la que está llena de ideas.
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