domingo, 30 de noviembre de 2008

Vivimos tiempos mediocres, Señora Dunn...

... por eso debemos mirar en lo más profundo de nuestras convicciones y, en los momentos menos propicios, enfrentar el dolor, el miedo, la angustia, con aquello que nos hace ser más fuertes.

Si para ello los que sucumbieron un día a cualquiera de esos tres enemigos se unen a ellos, y no sólo se muestran convencidos de su impotencia para vencerlos, sino que combaten activamente a su favor, haremos aún así de su lucha nuestro alimento, y convertiremos las espadas en arados, y sus cuerpos en campos donde sembrar las semillas del Amor.

Me quedo con este ejemplo, recuerdo de mi juventud, seducido por su fecunda lluvia de símbolos: hippies, de la Ilustración, masones, trascendentalistas, y en fin, de todo pensamiento que camine, como los protagonistas de esta canción, contra lo rancio, lo arcaico, tradicional e inmovilista.



High time we made a stand and shook up the views of the common man
And the lovetrain rides from coast to coast
D.j.'s the man we love the most
Could you be, could you be squeaky clean
And smash any hope of democracy ?
As the headline says you're free to choose
There's egg on your face and mud on your shoes
One of these days they're gonna call it the blues

And anything is possible when you're sowing the seeds of love
Anything is possible - sowing the seeds of love

I spy tears in their eyes
They look to the skies for some kind of divine intervention
Food goes to waste !
So nice to eat, so nice to taste
Politician grannie with your high ideals
Have you no idea how the majority feels ?
So without love and a promise land
We're fools to the rules of a goverment plan
Kick out the style ! bring back the jam !

Anything...
Sowing the seeds
The birds and the bees
My girlfriend and me in love

Feel the pain
Talk about it
If you're a worried man - then shout about it
Open hearts - feel about it
Open minds - think about it
Everyone - read about it
Everyone - scream about it !
Everyone
Everyone - read about it, read about it
Read in the books in the crannies and the nooks there are books to read
Chorus !

(Mr. England sowing the seeds of love)

Time to eat all your words
Swallow your pride
Open your eyes

High time we made a stand and shook up the views of the common man
And the lovetrain rides from coast to coast
Every minute of every hour - I love a sunflower
And I believe in lovepower, love power, lovepower !!!

Sowing the seeds
An end to need
And the politics of greed
With love

lunes, 24 de noviembre de 2008

Unbreakable...

... o "El Protegido" es la película de la que hablaré ahora. Aunque me temo que tengo mucho que decir.
Para empezar, me acerco prevenido ante el hecho de que es "la siguiente película de M. Night Shyamalan con Bruce Willis después de El Sexto Sentido". Sólo eso ya condiciona mucho. Si pudiese resumir en un argumento qué me atrae tanto del cine de este señor, diría que consigue expresar de manera magnética el asombro del hombre corriente cuando en su vida cotidiana interviene lo fantástico, lo que desafía a la lógica, lo que se sale de lo normal.
En las películas de Shyamalan, personas normales ven quebrada su idea del mundo por sucesos extraordinarios.
Ocurre en "Señales", donde las convicciones y la fe del personaje de Mel Gibson se ven sacudidas por acontecimientos que ponemos fuera de la realidad. Ocurre en "El Sexto Sentido", donde el personaje de Bruce Willis ve quebrado su sistema de valores, sus principios, por la conciencia de su propia condición.
Y ocurre exactamente lo mismo en "El Protegido". En las tres, el protagonista se niega a asumir lo que se va haciendo paulatinamente más palpable, y es a través de una revelación determinante, que marca el clímax de la historia, como termina aceptando que lo fantástico es en realidad lo válido.
De las tres, es en "El Protegido" donde yo encuentro más marcado este concepto. Para mi gusto, lejos de convertir esta película en una broma, una "paranoia" del director (que escribe el guión), o una fantasmada, el que la lógica de lo que sucede resida en la explicación menos convencional hace que se trate de una historia redonda.

Dentro de la película, me encanta cómo están tratadas las relaciones personales. Visto lo visto, se puede tirar por el camino de Woody Allen o Ingmar Bergman, atiborrándose de densos y brillantes diálogos, o por el de autores como Peter Weir, David Lean o Shyamalan, en los que el lenguaje cinematográfico se come literalmente al literario (valga la redundancia). Así sucede en la relación entre padre e hijo, marido y mujer, y héroe y villano.
Es magnífico comprobar cómo el estilo narrativo americano, el que construye personajes mediante momentos puntuales elocuentes, ha pasado tan brillantemente al cine (curiosamente de los tres directores mencionados ninguno es americano: Uno era británico, el otro es australiano, y el tercero es de origen hindú, pero con evidentes semejanzas con Hitchcock).
Así ocurre con la estupenda relación entre los máximos protagonistas, héroe y antihéroe que, pese a tener las mayores cantidades de diálogo, se definen por sus opuestas reacciones ante los mismos hechos. El Bien y El Mal, David y Elijah (Elías, como el profeta de las Escrituras... los nombres, siempre determinantes en los personajes, nunca puestos al azar).
Tendría mucho de qué hablar sobre tantos aspectos, que haría una entrada interminable. Me conformo con esto.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Insomnio

Conozco la sensación. Ojos bien abiertos, reflejos rápidos, corazón acelerado, y cuando respiras hondo, los pulmones dan de sí como si hubiesen crecido justo entonces. Es la ansiedad, y de ella, al insomnio. Las cinco y veinte de la madrugada, ni un ruido en la calle, ni un ruido en el edificio. Ni coches, ni las viejas tuberías se hacen notar.
Y aquí estás tú, ante el teclado. La mente turbia, revuelta bullendo en ideas, imágenes y pensamientos desordenados, que sólo te permitirían balbucear por escrito.
Eso acrecienta el desconcierto. Pareces estar en blanco, la mirada perdida, pero es todo lo contrario. Recuerdos, sueños, planes, caras, voces, olores y sabores se agolpan vertiginosos y no te dan respiro. Quieres detenerlos, frenarlos al menos, organizarlos, pararte un rato en algunos, y desechar otros. Reflexionar... y no puedes, te ves arrastrado, porque todo esto parece un proceso automático que tu mente va a llevar a cabo sin tu consentimiento.

Tal vez es algo necesario, que sucede esporádicamente, y sin avisar, como si tu mente funcionase como el propio ordenador que tienes a tu lado. ¿Acaso no es él mismo tu otra mente? Él va a hacer lo que tú hagas, y así lo mostrará por escrito. Él será lo que tu quieras, porque será lo que tú digas: Tu voz, un mensajero, un correo, dirá lo que quieres decir, y su silencio será el tuyo.

Esta máquina es yo mismo.

La ansiedad desaparece, el cansancio vence al insomnio. Vuelvo a poder reflexionar. ¿Máquinas que hablan por mí, o simplemente hablo a través de una máquina? "Hoy pareces enfadado", "Hoy pareces triste".... No le eches la culpa al mensajero. Debo dormir: Estoy hablando con una máquina.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Ser simpático, el "buenismo" y... la cara de tonto que se te queda.

Cuando cumplí 14 años descubrí, en las risas que me secundaban, que tenía una notable capacidad de ser gracioso con un humor sarcástico. La ironía no se me daba mal, y por lo visto tenía un vocabulario lo bastante amplio como para poder faltar al respeto sin que mi víctima se diese cuenta de que me importaba un pito su dignidad.
Honestamente, yo podría tener el vocabulario que fuese, que lo importante era tener mala leche o no tenerla. Y yo tenía mucha. Había sido objeto de escarnio y burla durante muchos años, y aquélla era mi particular venganza de débil que descubre que puede ser más "fuerte" que otros, y que por muy víctima que uno se sienta, siempre se puede ser verdugo de alguien. Ya sabeis, la adolescencia: Comer o ser comido.

Con el tiempo descubrí que la crueldad con la que atraje las simpatías y el respeto de muchos equivalía exactamente al rencor y el desprecio de todos los que acababan dándose cuenta del mío.
Y eso me hizo pensar.

Decidí (porque ser "bueno" o "malo" se puede decidir) que debía cambiar, y debía ofrecer a los demás mi mejor versión, que no es más que ser para los demás lo que deseamos que los demás sean para nosotros.
En esto hay un problema. Y está en que ofrecer siempre una buena cara a los demás tiene muchos riesgos para la personalidad de uno mismo. Para empezar, si ser simpático es un esfuerzo, antes o después uno se agota. Así que deja de serlo, y cae en la cuenta de que no ha sido uno mismo, sino que ha estado interpretando el papel de "bueno", de simpático, con el fin de... ¿gustar? ¿agradar? ¿sentirse aceptado?
¡Ay! Me parece que la necesidad de ser aceptado está detrás de tantos problemas de personalidad...

En la relación con los demás, amigos, novios, esposos, padres, jefes... interpretar un papel es la peor decisión. Hemos crecido con la enseñanza de que debemos ser positivos hacia los demás, pero creo que quienes intentaron enseñarnos se rasgarían las vestiduras cada vez que nos ven confundir ser flexible con hincar la rodilla, ser conciliador con renunciar a nuestros principios... Por cierto, ¿cuántos de nosotros tenemos principios?

Hoy vivo convencido de que mis principios, los nuevos (jejeje), me hacen ser exigente con los demás. Pero intento siempre evitar juzgar a alguien, amigo o enemigo, por algo que sea capaz de reconocer en mí mismo. No vivo en la creencia de que soy mejor que nadie, pero hay actitudes que alejo de mí. Y eso implica alejar a personas de mí.

Hace poco leí una anécdota en la que un médico recordaba el típico episodio de la infancia en el que una madre reñía y pegaba a una mesa por estar en el camino del crío que no había sabido esquivarla. Echarle la culpa al otro es otra de esas actitudes que nos inculcan desde tan pequeños, que como adultos las hacemos día a día sin darnos cuenta. Y muchas veces explicaremos, y nos convenceremos, de que nada de lo que nos sale mal tiene su origen en nosotros mismos.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Atando cabos


Hace poco vi "Atando Cabos", cuyo título original es "The Shipping News". Se refiere al trabajo que, como periodista, debe realizar el protagonista, encarnado por Kevin Spacey, en su nueva vida en Terranova.
La historia tiene mucho de cuento con moraleja, y así se nos presenta, con un paisaje y una banda sonora espectaculares, que enfatizan la dureza y lo adverso de las condiciones de vida cotidiana para los personajes.
Me gustó especialmente el que interpreta Scott Glenn, actor muy válido, que apenas ha pasado de secundario en muchas películas, como El Silencio de los Corderos, o La Caza del Octubre Rojo. Su rol es la antítesis del de Kevin Spacey, un completo perdedor de la vida que, trasladado a Terranova por avatares de familia, aprenderá rápido a luchar por soltar el lastre de dolor, parálisis y frustración que supone su pasado y el de su familia.

Me gusta el trato que se hace en esta película de uno de esos que podríamos llamar temas fundamentales en el imaginario colectivo americano: La redención.
No debemos ignorar el hecho histórico del nacimiento del Nuevo Mundo: Las tierras de América del Norte fueron colonizadas originariamente por personas que huían de Europa perseguidas por sus convicciones, puritanas y fundamentalistas, que vieron la Nueva Tierra (nunca mejor traída aquí Terra Nova) como la tierra prometida, una tierra de redención, de una "segunda oportunidad". Y eso es lo que tendrá nuestro protagonista.
Además, "Atando Cabos" está llena de elementos también clásicos en la tradición narrativa americana. La magia, el naturalismo, o el realismo mágico, desbordan su presencia en una sucesión de maldiciones familiares, sucesos extraordinarios, y personajes fantasmales, que saltan la barrera del tiempo y del espacio, como apariciones en la mala conciencia del protagonista.
Los muertos apareciendo en momentos puntuales, enseñándonos lecciones, convierten la película en una historia de crecimiento personal, un Bildungsroman, siguiendo así una tradición narrativa europea, introducida en la literatura americana en inglés por autores tan mágicos como Washington Irving, Nathaniel Hawthorne o Edgar Alan Poe (esa casa familiar atada al suelo, amenazada constantemente por la ventisca, y que es finalmente desguazada por la tormenta, recuerda mucho a la simbólica caída de la casa de Usher de Poe).
En fin, un montón de elementos atractivos, completados con un reparto estupendo, que hicieron de esta peli un regalo para mí. Me quedo con el titular del final: Una gran tormenta se lleva una casa, dejando... un hermoso paisaje.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Sospechas

Me pregunto si ser suspicaz se elige, o se es sin remedio. Como con todas las actitudes, podemos dar por sentadas como mínimo dos posturas opuestas:

1: Uno no elige ser como es, ya que es el resultado de multitud de relaciones, por lo que los factores externos son tantos que no se pueden controlar. Por ello, no puede controlar ni sus emociones ni los pensamientos que le surgen por tales emociones. Cuando a esa clase de personas se le pregunta el por qué de su actitud, suele responder con un "yo soy así", "es lo que hay", "ya me conoces" "lo tomas o lo dejas".
Hombre, está bien tener dignidad y autoestima, pero es tan fácil confundirla con ponerse a la defensiva, pensando que toda influencia externa acaba siendo una manipulación... En fin, es una cuestión difícil, y apasionante. Me pasaría toda la vida debatiendo qué fue antes, la gallina o el huevo, los sentimientos o los pensamientos.

2: Uno sigue una actitud general hacia los demás, y aunque se ve lleno de lo que llama "virtudes" y "defectos", estima que puede regular sus reacciones para asegurarse de que iguales situaciones no le lleven continuamente a iguales sensaciones. Más que nada porque cree que son los sentimientos los que dependen de los pensamientos, y por eso si uno interviene en los pensamientos que tiene, puede manejar sus sentimientos cuando vuelvan a producirse, y no al revés.

Es un tema recurrente para mí, ya que forma parte de las relaciones humanas, y siempre seré un aprendiz de esto. Así que volveré en más ocasiones sobre él.

domingo, 2 de noviembre de 2008

The lovers are losing

Tom Chaplin, préstame tu voz. Siempre que me imaginaba cantando a voz en grito pensaba en una voz como la tuya, clara, pero fuerte; limpia, pero con un deje de amargura. Como la de Bono, o la de Sting, o la de Bowie.
En este tema suenas por momentos como el mismísimo Jim Kerr, y la música, emocionante, recuerda a esos antecesores a los que debes tu herencia. Has declarado que Perfect Symmetry está lleno de canciones con letras tristes que suenan alegres. Eso es la pura contradicción que hay en los sentimientos surgidos de la pasión.
Por momentos desencantado, a veces entusiasta, a ratos melancólico, y siempre colgado de un hilo de romanticismo.
Ya lo decía Germán Coppini, malos tiempos para la lírica: Los que aman están perdiendo.

I dreamed I was drowning
In the river Thames
I dreamed I had nothing at all
Nothing but my own skin

I dreamed I was drifting
On the howling wind
I dreamed I had nothing at all
Nothing but my own skin

Slipped away from your open hand
Into the river
Saw your face looking back at me
I saw my past
And I saw my future

(Chorus)
You take the pieces of the dreams that you have
'Cause you don't like the way they seem to be going
You cut them up and spread them out on the floor
You're full of hope as you begin rearranging
Put it all back together
But anyway you look at things
Looks like
The lovers are losing

I dreamed I was watching
A young lover's dance
I reached out to touch your hand
But I was watching from a distance

We cling to love like a skidding car
Clinched to the corner
I try to hold on to what we are
The more I squeeze the quicker we all are

(Chorus)

I dreamed I had nothing at all (nothing but my own skin) (x3)
I dreamed I had nothing at all

(Chorus) (x2)




Soñé que me estaba ahogando
en el Támesis
Soñé que no tenía nada
Nada, salvo mi propio pellejo

Soñé que iba a la deriva
en el vendaval que aúlla
Soñé que no tenía nada
Nada, salvo mi propia piel

Me resbalé desde tu mano abierta
hasta el río
Vi tu cara devolviéndome la mirada
Vi mi pasado
Y vi mi futuro

Tomas los pedazos de los sueños que tienes
porque no te gusta el modo en que parecen transcurrir
los cortas en trocitos y los extiendes por el suelo
Estás lleno de esperanza a medida que empiezas a recomponerlos
Volviendo a ordenarlo todo
Pero como quiera que lo mires
Parece que
los que aman están perdiendo

Soñé que contemplaba
la danza de un joven amante
Alcancé a salir para tocar tu mano
Pero estaba observando de lejos

Nos enganchamos al amor como un coche que derrapa
Amarrados a la esquina
Intento abrazarme a lo que somos
Y cuanto más aprieto
Más rápido nos vamos.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Un cuento

En el despacho de una profesora de educación infantil prematuramente fallecida se encontró un pequeño bloc de notas. En él, las entradas anotadas versaban sobre las observaciones que la profesora había mantenido durante más de un año acerca del comportamiento de varios sujetos, varones y mujeres.
He aquí algunas de esas observaciones:

- Ana y Raquel se las han arreglado para hacer ver a Sofía que es diferente a ellas. Muestran desdén hacia ésta última, y prefieren mantenerse lejos de ella, según parece amparándose en el criterio de que Sofía tiene la piel algo más oscura que las otras, y como ella es una, y las otras, dos, ella es anómala, y eso la convierte en una categoría diferente y separada a las demás.

- Sofía, por su parte, empieza a hacerse consciente de que tanto Ana y Raquel, como otros compañeros de su entorno, evitan estar junto a ella, ya que no la ven como una igual, en el sentido de que no se identifican en ella, dado que su aspecto es diferente. Sofía parece estar desarrollando una conciencia de sí misma como alguien anómalo.

- La conciencia de Sofía de su diferencia tiene visos de hacerla verse como anómala por sí misma, y afectar pronto a sus relaciones con los demás, ya que semeja mostrar vergüenza de su persona, por su aspecto físico diferente.

- Rubén parece ajeno al proceso de disgregación que están llevando a cabo Ana, Raquel, y Sofía misma. Se relaciona con ésta con la misma implicación y respeto a las normas no escritas, aceptando los roles establecidos en las rutinas de desarrollo de la identidad, así como los juegos de inversión de patrones.

- El día de hoy se ha dado otro paso en el proceso de marginación y auto-marginación de Sofía: Ha rechazado la compañía de Rubén, llamándole estúpido. Preguntada por el motivo de su actitud, Sofía manifiesta que hay que ser realmente estúpido o ciego para preferirla a ella antes que a las demás. Esto implica la asunción por Sofía de criterios ajenos como propios. Rubén, obviamente, está desconcertado.

- Preguntado Rubén por qué le gusta la compañía de Sofía, manifiesta con plena convicción que es muy divertida, sabe inventar juegos e historias, insultos, y le gusta hacerla reír, porque Sofía se ríe como si roncase. Y eso le desternilla. Literal.

- Cuando a Rubén se le pregunta por cuáles son las chicas más guapas de su entorno, titubea mucho rato. No parece haberse planteado tal cuestión en ningún momento. Finalmente, responde de manera que ubica a Sofía, su mejor amiga, en tercer lugar. Rubén parece por tanto haber asumido una idea de la belleza física ajena a la personalidad de sus compañeras.

Estudiando los anuarios de la escuela, se averiguó que la profesora nunca tuvo alumnos con tales nombres a su cargo. En cambio, dichos nombres correspondían a miembros de su grupo de amistades.


Podemos pasarnos la vida reproduciendo patrones, da igual que seamos niños de parvulario o profesionales con carrera. La educación sentimental dura toda la vida, y tristes los que la pasan filtrando su felicidad... a través del espejo.