viernes, 12 de septiembre de 2008

Saving Private Ryan


La guerra es la peor bajeza de la que somos capaces. Su nombre es tan abstracto que encubre miserias como el asesinato, la tortura, la violación, la mutilación, el robo, el cautiverio, el hambre, las plagas... y todo ello de forma organizada y dirigida normalmente por personas que no sufren.
Posiblemente la peor guerra de todas, por devastación y número de muertos, heridos, desplazados y demás modos de violencia, haya sido la Segunda Guerra Mundial.

El cine es una forma de arte y un medio de comunicación de masas. En calidad tanto de una como de otro, su influencia en el pensamiento de las personas es inmensa. El cine existe, al igual que el resto de las formas de arte, para ofrecer una visión del mundo, y a la vez para intentar comprenderlo, y por extensión poder ser crítico con él y, finalmente, cambiarlo.
De entre todos los lugares donde se realizan películas actualmente, en Hollywood, California, es donde se mueven presupuestos más capaces. Y entre los más ricos e influyentes directores y/o productores se encuentra Steven Spielberg.

Yo lo considero uno de los mejores directores de este invento del cine. Creo que domina eso que los críticos llaman el "lenguaje cinematográfico", que para mí significa todos aquellos elementos y técnicas de lo visual que logran uno o varios determinados propósitos en un determinado momento en la percepción del espectador. Del espectador como ser humano, básicamente por encima de su clase social, su origen, etnia, credo, raza o género.
Saving Private Ryan, Salvar al Soldado Ryan, como se llamó en España, es para mí la mejor película de cine sobre la guerra. Mejor en el sentido de que es la que, tras haber visto varias decenas de películas bélicas en mi vida, consigue definitivamente tocar mi conciencia acerca de la realidad del horror, de la verdadera naturaleza del mal.

En la película de Spielberg nada queda sin ensalzar. No encuentro en ninguno de sus aspectos algo que le haga perder fuerza expresiva durante todos los minutos del metraje.
Formalmente perfecta, en lo que se refiere a los aspectos técnicos, ya sea montaje, fotografía, diseño de producción, vestuario, efectos especiales, efectos de sonido.... y una lista interminable de elementos que conforman el armazón físico de esta película, conjuga de modo sobresaliente la apariencia documental con el desarrollo narrativo de una ficción brillante, aunque no original, como después comentaré.

El elenco de actores, tanto principales como secundarios, me parece acertadísimo, dado el resultado de sus interpretaciones, que están cantadas visto el regalo para sus carreras en que consiste el guión de Robert Rodat. Especialmente impactantes los roles de Giovanni Ribisi y Tom Sizemore.
Cabe destacar una larga lista de actores de primera línea que interpretan secundarios en el film, seguramente dándose de tortas por sólo tener unos minutos en semejante proyecto. Entre ellos destaco a Ted Danson, Paul Giamatti o el sorprendente Vin Diesel. Muy difícil dejar a tantos sin mencionar.

El guión responde a lo que para mí es un universal de la literatura: Al menos en Occidente, llevamos varios siglos contando las mismas historias. Cambian los personajes, cambian los escenarios, pero el relato es el mismo. En esta ocasión se narra la historia de un pelotón de soldados unidos por el Alto Mando para rescatar al único superviviente de cuatro hermanos que han muerto en combate: El soldado Ryan. De diversos orígenes, razas y estratos sociales, los soldados siguen en la misión a quien resulta ser un maestro de escuela.
Un maestro, unos discípulos, y una misión: Salvar al Hombre. Esto me suena al Nuevo Testamento de los cristianos. Hacia el final de la película, una frase que nos da la clave de tal interpretación del guión: Hágase digno de esto, Ryan. Merézcalo.
Una película imprescindible.
http://es.wikipedia.org/wiki/Salvar_al_soldado_Ryan

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