lunes, 16 de febrero de 2009

El Verano del Amor

A Rosa, la parte que me inspiró leer a Estoliana.

Cuando oí este verso en la canción de Amaral pensé un poco, y me salió recordar. Recordé los veranos cuando tenía 14 años, año arriba año abajo, y estaba enamorado como nunca uno vuelve a estarlo, pero claro, en ese momento no lo sabe... y sí, visto desde ahora se ve como que por aquel entonces la sensación de fuego en el cuerpo va a acabar por consumirlo a uno envuelto en llamas de ansia, garganta seca de deseo, labios secos implorando besos mojados, y manos eléctricas envolviendo curvas.

Y esa permanente punzada en el pecho, que nos limita el aire, y acelera los latidos.

Y han ido pasando los sanvalentines, y a medida que vas encontrando palabras para explicar el impulso, te vas haciendo mayor. No necesariamente más viejo, pero sí te curtes. Porque vas coleccionando noes y adioses. Y agravias y decepcionas tanto o menos de lo que recibes. Y esto no me lo esperaba... y yo no quería llegar a esto... y te cruzas con otros sueños rotos, y ya nadie es novato en esto.

Y la gente que te rodea, y la gente a la que vas conociendo, también viene curtida. Y cuando la prevención, las pinzas, el pisar de puntillas, el medir las palabras, agotan la ilusión y el encanto se vuelve desencanto, y el ángel se queda desangelado, ya ves el final del camino.

Da igual los rodeos que des, porque lo sabes. Sabes que tardes más o tardes menos, cualquier tarde de éstas llegas.


A Estoliana, la parte que me inspiró leer a Rosa.

Y es ese sentirse curtido, un poco retornando un camino, el que nos quita niñez, y a veces llegamos a pensar que jugar es para los niños, y que no queda niño dentro de nosotros. Pero yo no me siento acabado. Y tantas frases hechas hay en la derrota como verdades en la euforia. Para mí no es otra cosa el estar enamorado. Y es cierto que con la frecuencia son las cursiladas y las ñoñerías las que se quedan por el camino, pero eso no desmerece la calidez del fuego que se enciende pertinaz una y otra vez, terco y obediente al soplo del viento.

Si es verdad que ser libre pasa por sentir siempre ansia, vive al día, y deja la nostalgia de lo que no pudo ser secarse al aire y al sol. Y cuando vuelva ese viento del que hablé (porque siempre, siempre vuelve) prenderá fácil la llama.



Y al fin, al Amor, por San Valentín.
Que te diviertas.

7 comentarios:

Rosa dijo...

Gracias y gracias por la entrada. Me gusta.
Me ha hecho pararme nuevamente en eso del amor. No suelo pensar en ello y cuando lo hago siento como escalofríos. A veces cuando en el cole donde trabajo miro a las chicas y chicos de secundaria que empiezan a “tontear”, o cuando miro a mi hijo de 12 años, no puedo evitar que algo dentro de mí sonria, y pienso “madre mía lo que les queda por vivir, amores, desamores, ilusiones, desengaños, fantasía, realidades…..”. Después siento algo de añoranza de esa edad. Y no ya de la edad en sí, sino lo que tu dices, el como vives las cosas en esos instantes, aunque en esos momentos no seas del todo consciente y tenga que ser el tiempo el que te traiga a la memoria esas emociones ya digeridas y con nombre. Esa época pasa, el amor pasa y la pasión pasa aún más rápido. Dicen que lo que queda después de la pasión es el amor de verdad, ¿es eso un consuelo?, ¿es un autoengaño?, ¿es una justificación?....no lo sé. Al principio todo se sostiene por esa vorágine en la que te comerías a la otra persona al tiempo que te dejas comer, ¿y luego?, ¿cuáles son después los pilares que siguen manteniendo esa relación?. Luego la cosa se complica porque ya entran en juego otros sentimientos, tal vez hijos, tal vez intereses económicos, tal vez necesidad o dependencia disfrazada de cariño, tal vez, tal vez.....o ¿tal vez verdadero amor?, y ¿qué es el verdadero amor?, ¿qué necesitamos encontrar en él?, ¿es sólo un juego?, ¿qué buscamos en ese juego, sólo diversión?. Yo no sé responder a eso, me pierdo sin remedio por los laberintos de las emociones y de los fantasmas.
Me agobio, quizás resistencias?, puede, no lo sé. En esto del amor prefiero dejarme llevar, al principio follar y hablar y luego ya vermos.
Gracias de nuevo por la entrada.
Besos.

A través del espejo dijo...

Pues no, de veras. Gracias a ti por la respuesta.

Bueno, y por las preguntas, porque eso son lo que realmente traes con tu reflexión... ¿cómo se dirá esto? ¿en "letra alta"?

En fin, me ha parecido muy considerado de tu parte, ha sido como poder ver un mecanismo por dentro, leerte.

El caso es que en esta temporada nos hemos ido encontrando unos cuantos blogueros (o como se diga) compartiendo circunstancias. Y allá que hemos ido colgando entradas dando vueltas y vueltas sobre los beneficios de la soledad buscada, los males de la compañía no deseada, las bondades de conformarse sin resignarse...

Pero en todos (la mayoría féminas -escribís más sobre estos temas) los casos he creído ver que a ninguno nos molestaría la compañía si no fuese porque tenemos más o menos presente el escozor y la repugnancia de una o varias malas experiencias.

Y yo mismo, tras un extraño fin de semana sin internet, me puse al día para descubrir que el marrrdito San Valentín, por presente o por ausente, nos había estado restregando recuerdos de fantasmas estos días.

Y así fue que leyendo a Estoliana, y después a ti, caí en la cuenta que últimamente me dedico a andar haciendo eses entre la desolación que he creído leer en ella y la esperanza invencible que he creído leer en ti.

Y después me dió por pensar que todos los blogueros que hemos aceptado largar sobre el puñetero y recurrente Amor hacemos básicamente lo mismo... según sople el viento.

Esperando una respuesta de Estoliana, me paro aquí.

Gracias como las sabe dar AntWaters, Rosa.

Paula dijo...

Creo que esto me suena de haberlo hablado ya en otro momento, en aquellos lejanos tiempos de conversaciones cibernéticas ¿o lo he soñado?

Soy más de dejarme llevar por el viento que sopla en ese momento. Y es que, para bien o para mal, todo me sale mejor cuando no lo busco ni lo destripo, ni lo cuestiono. En cuanto se me ocurre buscarle justificación a lo que me sucede, lo estropeo todo.

Pero estoy de acuerdo en lo que decís cuando os referis a la forma en la que se vive el amor cuando surge por primera vez.

estoliana dijo...

Je, je.

Vaya por delante mi agradecimiento. Eres capaz de hacerme sentir especial, y posiblemente sin proponértelo. Ahí radica toda la gracia. Por lo menos la que yo aprecio.

Probablemente no seré capaz de transmitir con palabras lo identificada que me he sentido al leer tu primer párrafo.

Por mi vida también han pasado unos cuantos San Valentines. Y unas cuantas generaciones de mariposas se metarmofosearon en mi estómago, pero siempre, siempre, siempre, el punto de referencia es el primer amor. El de los catorce años. A partir de ahí se estableció la escala, y es a ese sentimiento/amor al que vuelvo cada vez, idealizado como nunca gracias al paso del tiempo.

Ese amor límpio por nuevo, y puro por joven.

Me gustaria dejar claro que rememorar ese amor, dista mucho de producirme dasasosiego, todo lo contrario, me hace sonreir por dentro.

A mí lo que realmente me entristece es cuando el amor desaparece por puro desgaste. Comprobar que nace para morir, como todo en esta vida. Eso me apena. Es un sentimiento del que se puede sacar tanto, tanto... y me hace sentir tan bien.

Lo mejor de todo, el reflejo de tu persona en su mirada. Ufff! Como eso nada. Eso engancha como cualquier droga. Así que después sabes que vendrá el mono. Hasta que al final superas el percance y te sientes más fuerte, y te crees legitimada para poder hablar a los demás de ello.

Pero claro, también aprendes que todo muere para volver a nacer, que se compone de ciclos, como las estaciones, y que detrás de una cosa vendrá otra. Pero bueno, esto ya lo habías dicho tú.

El amor. Bello sentimiento donde los haya.

Essto, no creo estar desolada, o quizás un poquito, pero no es por desamor, o no se debe enteramente a él. San Valentín, cansancio, años a las espaldas, esfuerzos sin recompensa, el tiempo que me la tiene jurada y va a por mí... en finnnnsss, hazte una idea.

Un beso cargado de emoción. Por hacerme sentir tan bien. Por hacer que tus palabras parezcan un regalo.

P.S.: A Rosa simplemente la adoro.

Rosa dijo...

Únicamente decir que después de leeros, sólo puedo irme a soñar, que bonito, que transparente, que bien me han sabido vuestras reflexiones!!. Igual vuelvo en otro momento, quizás cuando la emoción abandone mis dedos.
Besos, A través, Estoliana.

Cris dijo...

Qué bonito.

A mi el amor me sigue pareciendo algo bonito. Pero bonito como puede serlo cualquier otra historia ficcticia.

Un beso.

A través del espejo dijo...

Pues me parece que no son formas. Un poco de morro sí que veo, la verdad.