martes, 10 de marzo de 2009

Recuerdo de lo no vivido



Caminábamos por las tablas del paseo, y el aire salobre se empeñaba en llenarte la cara de reflejos arrosados por el oro. Los niños mezclaban sus voces con el planeo de las gaviotas, y tu madre nos miraba por la ventana de la cocina, exprimiendo limones mientras sacaba el jugo de un recuerdo de juventud.

Me percaté entonces de lo poco que faltaba para terminar la playa, y aunque ya llevábamos tiempo en silencio, las sílabas de tu voz permanecían en mi cabeza.

4 comentarios:

Majo dijo...

¿Sabes a qué me ha llevado leerte y escucharlos?

Al verano, a la calidez, al duermevela, al sol, atrás, atrás, a mis moreras... y de fondo, a tus gaviotas.

Y lo bien que vienen estas bocanadas de sencillez y frescura para quitarnos tarrofagia de encima, ¿eh?

Un besazo ;)

RaKeL dijo...

mmmm....playa...paseosss...aireee calido...reflejos en el mar....brisa suave...gaviotas...jop...q rico el VERANOOO q ya se acercaaa...lo huelooo...jajaja...los helaicosss...la ropica veraniegaaa...

aiii...q rico...besitosss soñadores...

Cris dijo...

Yo vivía en la playa, y mis veranos eran el el pueblo, en la montaña. Pero idem al final.

Un superbeso.

A través del espejo dijo...

Hola!

Gracias por compartir recuerdos, pero... no olvidéis que la historia se justifica como entrada por no haber sido vivida...

"Superbesazos soñadores" simultáneos! ;p